01 enero 2013
Se acabó, bye 2012
¿Hola? ¿Seguís todos ahí? Claro que si, el mundo no se ha terminado. Pero el año si, y como siempre, toca echar cuentas y poner lo que ha sucedido. La verdad es que tengo que pensar un poco porque este año se ha pasado bastante rápido, casi como si quisiese terminar durante sus últimos meses, pero eterno durante los primeros. Vamos allá, una vez más, a contaros un poco de mi año.
El año comenzó ligado al anterior. Y con ligado me refiero a decaído. Un Enero que fue un intento de dejar pasar los días unido a ese dudoso carnet de conducir. Me dió por ir con un estilo gótico y pseudo mortifero cual poeta sin talento, reforzado con la muerte de un familiar en febrero, mientras seguía dando clases de finanzas y contabilidad, a la par que buscaba pequeños trabajos. Ese estilo incluso emo logró que consiguiera encontrar a una persona que me levantó algo el ánimo. Ya cuando se acercaban esos últimos días de clase, en Marzo, estaba mucho mejor. Pero al intento de ambos de ir más allá que el ánimo descubrí que no era lo que necesitaba. Que estaba congelado. Pero tranquilos, la cosa no fue tan triste.
Abril me llenó de remordimientos por lo que había hecho y se unió a otros motivos que me hicieron darle muchísimas vueltas a la cabeza. Pero no podía centrarme en eso, tenía que buscar trabajo. Eso me obligó a dar otro cambio de estética, aunque tras mucho esfuerzo, encontré poco, y ese poco consiguió nada.
Aún buscando trabajo decidí entrar en un curso nuevo por las tardes, que acabé dejando por varias razones: porque era por la tarde, porque eran seis horas, porque incluiría todo el verano, porque la clase era peor que el zulo del Severo Ochoa de la UMA, porque eramos muchos, y por último, porque iba a estudiar de nuevo para selectividad, porque si no entras a tiempo en la Universidad pasa algo muy curioso: tu nota puede bajar. Y eso es lo que me pasó, así que tuve que estudiar para 2 exámenes específicos durante el verano. Pero no adelantemos meses, volvamos a Abril, a cuando conocí a Laura.
No os voy a hablar demasiado de ella, pero es una persona que aunque no siempre coincide conmigo, y aunque a veces se ha cabreado por estupideces mías, está ahí, se que me aprecia y yo también, y no tenemos reparos en decir nada de lo que pensamos. Y eso es genial.
Vayamos de nuevo a esos meses de estudio, de playa y de verano. Este verano no fue tan genial como el anterior, incluso algo aburrido, pero si más movido. Ya os hablé en una entrada anterior sobre esto, pero os lo resumo rápidamente: sin trabajo, sin cumplir objetivos, leer libros, conocer twitteros, ir a exposiciones y salones, playa y compañía.
Al terminar Agosto sucedió lo que ya me temía: el pc murió. Tras (creo) una década de batalla, no aguantó más y simplemente no volvió a encenderse. La mayor lástima es que el disco duro también cayó en el proceso, y con él muchísimas cosas que no quería perder que espero en un futuro poder recuperar. Pero no todo en esta muerte es triste, porque permitió dar paso a conseguir un portátil mucho mejor para Noviembre. En Septiembre, tras lograr una nota alta en selectividad, solo tocaba esperar hasta Noviembre para poder entrar en la universidad de una vez por todas. Ya no valían excusas de mi familia, y todas las trabas que me pusiesen. Al final lo logré y comencé a finales de Octubre, aunque no en la carrera que en un principio deseaba (por sólo 0,02 décimas...), pero sigue siendo una que me gusta. A este logro hay que añadir el ya mencionado portátil y además que gracias al gran Francisco, logré al fin un puñetero bajo tras tener que abandonar el anterior.
Comenzar la vida en la universidad consiguió darme muchas más personas que conocer, con muchas historias, y que me han dado muchas más experiencias. No han sido tan geniales como las de otras personas con muchisísima, muchísima, no saben cuantísima más suerte que yo, pero al menos, han sido buenas. Aún necesito pulir cosas de mi personalidad.
En Diciembre, al fin conocí a #21, a Pruebas, ese subforo de "los del fondo" que tanto rato me ha comido, en una quedada en Málaga que degradó en una granadina. Fue justo como me esperaba, y fue estupendo, y espero que hayan muchas más quedadas como esa en un futuro. Seguidamente hubo más fiesta, incluida la cena con la clase. Y el mundo no se terminó, putos mayas trols.
Aunque como siempre, algo malo debe suceder: mi abuela falleció. Mi instinto durante todo el año me hizo ir a hacerle visitas por mi mismo, tenía ganas de verla sin saber por qué, ya que no teníamos demasiada relación. Ahora lo sé. Esta Nochevieja se olía triste y decaída en casa por eso, pero pude conseguir que la cosa se animase un poco. No es una muerte que me afectase mucho más que un día o dos de reflexión.
En una escala del uno al diez, comenzaríamos el año con un tres, y al final, llegaríamos a un siete y medio, sin superar nunca esa puntuación en todos los meses. Así termina el año, lleno de repuntes e intentos de cambio, además de la situación del país y el mundo (desahucios, educación, sanidad, tasas, impuestos, prima de riesgo...). Realmente no quiero que se repita un año así, y deseo que el siguiente sea mucho mejor.
Aunque comenzar un año con un 7 y medio no está nada mal, ¿no creéis? Feliz año nuevo a todos.
Esto suena a:
Fin,
Reflexiones,
Yo
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1 han dicho algo:
Socio, lamento tus pérdidas. Te comprendo muy bien. Pero los logros que has conseguido este año no son para menospreciar, ostias.
Además toparse con una compañera tan jovial y enrrollada... eh, me quito el sombrero, amigo.
Esperemos que se pueda remontar el tema socio-económico, pero las espectativas no parecen buenas ni los dirigentes... habrá que echarle huevos al asunto.
Un saludazo. feliz año nuevo!!
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