¡Llamas a mi! Ah, no, que eso es de otra serie...
El mundo se divide en dos que se reflejan como un espejo: Assiah, el hogar de los humanos, y Gehenna, el mundo demoníaco. Ambos mundos están conectados, aunque a un nivel muy superficial, pero a veces, el reflejo de estos mundos se une, y los demonios entran a Assiah...
La historia nos trae como protagonista a Rin Okumura, un chaval de 15 años relativamente normal, muy enérgico, torpe en ocasiones, y con una fuerza sobrehumana. Pero eso es debido a que, bueno...es el hijo de Satán, pero sus poderes reales están sellados en la espada Koumaken, a la espera de ser despertados. Su hermano, Yukio, al parecer no tiene ninguna herencia demoníaca, y es todo lo contrario a Rin: serio, trabajador, aplicado, nadie diría que es el menor de los mellizos... Viven el día a día en su pequeño monasterio en mitad de la ciudad junto a monjes y el Padre Shiro, hasta que un día, su monasterio es atacado, Rin se ve obligado a usar la Koukamen y descubrir su herencia diabólica...¡y acabar siendo un aprendiz de exorcista! ¡El hijo de Satán, se convertirá en el "exorcista azul"!
¿Quién lo iba a decir? Me ha gustado y mucho. Que pongamos que un demonio se vuelve un exorcista, es una idea genial. Además, el concepto de "exorcista" mola aquí. No son exorcistas de los de agua bendita, dos padres nuestros y demonios fuera, como los de la la película de igual nombre. Son demonios que se mueven, atacan, no solo poseen personas en la cama, las convierten en auténticas bestias, y los exorcistas, además de aprenderse partes de la biblia y otros textos sagrados, usan armas, conjuros, invocaciones para vencer.
Ese capítulo sobre el gato...ays, que bonico ;___;
Y bueno, hablando de los exorcistas y la religión en general, no es para nada como la que conocemos. No es la religión "católica", sino una religión global, que une a todas, aunque tiene base católica. Se hacen tratos con demonios, ¡incluso el director de la escuela es uno!, lo de llevar el hábito es sólo una cuestión personal, la "magia" está permitida (en nombre del Vaticano, claro), y el voto de castidad parece que se lo pasan precisamente por donde pensáis. Como pega, decir que a medida que avanza la serie, los "misteriosos exorcistas" dejan de ser tan misteriosos, están en todos lados, casi como si fuesen policías, incluso están sobre ellos. Me habría gustado algo más de secretismo...en fin.
Se nota mucho la influencia de los J-RPG en Kazue Kato (sip, un shonen hecho por una chica ;D), sobretodo en las escenas de acción, y en la forma de la historia. Además, el sentimentalismo que siempre hay en estas series, me ha gustado, porque está en su justa medida, sin aplastar mucho el tema, centrándose en lo principal. Pero, en cierto momento de la serie, se nota como se acelera todo demasiado para mi gusto, y aunque es una serie corta (25 caps de anime), da la sensación de que estaba pensada para más, y no lo digo por el final, si no por lo que hay antes de la trama final.
En definitiva, muy recomendable, muy bien hecho, y salvo por algunas cosas que podrían haber sido de otra manera para que me encantase, incluso me la vería otra vez, porque mola mucho. Dadle una oportunidad, no seáis tacaños, sacad vuestros crucifijos y a ver Ao No Exorcist!
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