Blogs que mueren

Con Google se encuentran muchas cosas. Pero la mayoría de cosas que buscamos, son sobre cosas que damos por hecho que existen. Y claro, sueles encontrarlas en primer lugar. Pero yo, en ocasiones, viendo que todo el mundo habla de algo alabandolo u odiandolo a más no poder, me pregunto, ¿habrá alguien que opine lo contrario? Es decir, ¿alguien que de una crítica positiva de algo que todos critican negativamente, o al revés?

Pues buscando una crítica a Death note por google tras pensar en aquello, me encuentro con una. Al final no resultó nada de critica negativa, sino una cualquiera, así que intento escribir un comentario, no sin antes mirar fecha de ultima actualización y...oh shit! El blog en que se escribió estaba muerto. Es decir, la última entrada es del verano de 2008. De nada serviría mi comentario, no lo iba a leer. No entiendo el porqué de esa dejadez, hacer algo y luego abandonarlo. Si no lo vas a hacer, destruyelo, o advierte que lo dejas. Pero no estes ocupando un espacio y molestando en las listas de búsqueda.

Pobre, le ha pasado como a L...bueno, dejemos de spoilear.

Pero he de agradecer esa dejadez. Me ha inspirado para hacer esto, un tema del que quería hablar desde hace mucho. Te suplico, que lo leas. Puede que muchos os lleveis sorpresas inesperadas, o que os sintais identificados con alguna situación. Simplemente, trataré de explicaros porqué hago lo que voy a hacer, y porqué haré, si por mala suerte he de hacerlo, lo que siempre he querido evitar.

Se que muchos de esos blogs que mueren, sino la mayoría, es por el simple hecho inevitable de que lo han hecho chavales quinceañeros, que solo buscaban algo de fama, y al ver que un blog no es una vía de famosidad tan rápida como creían, pues directamente, se olvidan de él. Para ser bloguero, no basta con querer fama. El que es famoso no es porque quiere, sino porque el resto lo ha hecho así. Pero, ¿que se habían pensado esos? No es nada fácil subir escalones en la destartalada escalera de la red. Y más hoy.

La verdad es que llevar cualquier tipo de actividad en la red que requiera de actualizaciones más o menos diarias, para mantener el flote y el contacto con lo actual, puede resultar cansino. Cansino en el sentido de fatal, de que en ocasiones se te adelantan, en el sentido repetitivo, de hacer varias veces algo que parece no tener un objetivo concreto. Posiblemente esa sea la razón por la que muchos bloguerosabandonan su publicación. A veces yo también he pensado en eso.

Pensado, en que si lo que escribo aquí en esta bitácora tiene algún sentido para alguien, y con sentido me refiero a que si alguien realmente lee la paranoias que digo, o piensa las reflexiones que hago. Eso, amigos, se refleja en los comentarios, que como ya narraba una imagen del anterior diseño del blog, es de lo que se alimentan en realidad los autores. Y yo estoy muy hambriento.

Siendo sinceros, y echando cuentas, desde que comenzé este blog, los comentarios que tengo no van más allá de lo que puedas contar con los dedos, quizás un poco más. ¿Y eso? ¿Acaso es que mis temas no convencen? No creo que ese sea el problema, ya que, sin ser muy pretencioso, en fin, mi blog, de media, tiene unas 55 visitas diarias (días en los que solo llegan 20, dias en los que hay 120..). En general, una vez a la semana reviso las estadísticas de mi blog, el como llegaron, de donde llegaron mis visitantes (de las formas más variadas y extrañas llegan algunos, de verdad). Así que, se a buenas razones, que este blog, en comparación con muchos, es aceptablemente visitado por un 98% de hispanohablantes (la mayoría de la península) y que el contenido, por lo tanto, está al nivel requerido y no solo mantiene esa media, sino que mes a mes la aumenta en unos picos. He conocido blogs, que con mucha más antiguedad que el mío, y teniendo actualizaciones diarias, solo son meros resultados de búsqueda en Google, lejanamente relacionados con lo que buscabas, en una página perdida entre los miles de resultados del buscador, y con unas visitas mínimas, en su mayoría, las del autor. Creo que ya es bastante difícil conseguir lo que he conseguido, si nos comparamos con esos.

Quizás el problema no soy yo, quizás el problema son esas visitas. Doy todas las facilidades posibles para que el blog sea completamente accesible a cualquiera, desde tagboards, pasando por comentarios, links de referencia, y dando facilidades para compartirlo. Quizás, esas visitas que de buena fé llegan, prueban lo que les digo, y además repiten y piden segundo plato (bueno, yo supongo que lo piden), no han pensado que podrían ayudar a que este menda haga un mejor blog, y se sienta más animado a dar más información de la que muestra, con el simple hecho de dejar una pequeña opinión en contra, a favor, o solo matizando sobre lo que escribo.

Aunque esa es solo la conclusión a la que llego yo, es exactamente la misma a la que llegan todos aquellos que cierran sus páginas tras mucho tiempo intentandolo.


Acabando con el tema que encabeza esta entrada, parecería que me estoy despidiendo de este trabajo, este blog que llevo haciendo desde hace ya más de 3 años. He vivido mucho con este blog, y he escrito bastante durante más tiempo del que esperaba. Desde aquí, desde mi silla de bar acolchada y con una palanca para el tamaño, encontrada en la basura y una marca de una plancha caliente dejada indebidamente, un mensaje de tranquilidad: no voy a cerrar esto. Para nada.

Para aquellos que odien lo que acabo de decir, y no solo eso, todo mi blog en general (envidiosos, jeje), otro mensaje que les relajará: pero en un futuro, puede que lo cierre. No se si será dentro de un mes, un año, o mañana mismo. Pero si la cosa de los comentarios sigue así, dejaré de plantearme seriamente el cierre, y pasaré a la práctica: lo cerraré.

No es por fama. Nunca fue por eso. Ya es por funcionalidad. Si esto no le sirve a nadie ni le entretiene, no hay sentido para que continue. Por favor, no hagais que tenga que recurrir a eso.

Vosotros decidís.