Nos dejamos guiar por otros ciegamente. Y luego reclamamos libertades
A saber, este efecto se describe, en corta medida, tal que así: si a X le gusta Y, eleve las posibilidades de que Y se niegue a hablar o a contestar que sí al número de amigas que tenga Y y la amistad que tenga con ellas
[X=-(Y)^n]
Si el nivel de amistad es muy alto, incluso aunque sea correspondido, Y dirá que no. Es un cálculo muy pesimista, pero de hecho, real.
Un ejemplo sin tanta palabrería matemática. Imaginaos que a Pandemolde le gusta Mermelada. Mermelada también siente algo por Pandemolde, pero es demasiado tímida (como todas) para hablar con Pandemolde. Por tanto, tras mucho tiempo pensándolo, Pandemolde no aguanta más, coge todas sus fuerzas, y va a decirle a Mermelada lo que siente, que quiere hacer un bocadillo con ella. Pero he aquí que Mermelada está con sus amigas Lechuga y Tomate. Pandemolde no piensa en que estén esas dos, y lo dice de todas maneras. Un silencio se hace, y acto seguido Mermelada se pone roja, y sucede que se calla o bien dice que no. ¿Por qué? Pues porque Pandemolde ya ha hablado otras veces con Mermelada de cosas no tan profundas, sin importancia, y cada vez que hablaba, Lechuga y Tomate tras irse Pandemolde le decían a Mermelada cosas, no insultos, sino cosas para sonrojarla, y en ocasiones incluso el "no te conviene", a lo que muchas veces y aunque Memerlada no pensaba así, respondía que si, tenían razón.
Y poco a poco, se queda sin nadie
Por eso, Mermelada, en el momento final, consecuentemente destroza a Pandemolde, ya que impone su amistad, el querer quedar bien, a lo que siente. Creo que está claro. Seguro que conoces algún caso. Luego, el efecto fulana es una norma, una regla, de la cuál claro existen excepciones, pero muy pocas contadas.
Tras el efecto fulana, caben 2 casos distintos: el primero, que X o Y comienzen a evitar al otro, ya sea por vergüenza o cualquier otra cosa. Y el segundo, es que decidan hablarlo en privado, a solas. Aquí salen 2 ramas más. Tras hablarlo, deciden que no, o deciden que sí. Por suerte, es la segunda la que más se da.
Por eso, lo que se recomienda para evitar el problema de este efecto fulana, es saltar directamente a ese último paso: hablarlo en privado, y así quitarnos la vergüenza de todo el proceso. Pero cuesta. Mucho.
Se nota mucho la voz de la experiencia. Es una apreciación bastante cierta, pero se te olvida un factor importante en esa ecuación: la madurez.
ResponderEliminarSi la situación se da con falta de madurez, probablemente tengas razón,pero por mi experiencia te digo que el "efecto fulana"(primera noticia de él, por cierto xD) desaparece con el tiempo. Lo malo es que uno se "enamora" cuando le toca, no cuando quiere.
Así que como mucho te puedo decir que hay que tener paciencia, pero sobre todo saber valorar la situación, que a X le guste Y no le da derecho a Y a mangonear a X ;)
Por lo demás, me gusta tu blog, y ya que estoy te comento que te sigo de forma silenciosa en twitter xD Un beso y ánimos!=)